Papa (1492-1503). Sobrino del también papa Calixto III, viajó a Italia, donde cursó estudios religiosos, y en 1456 fue nombrado cardenal. Tras la muerte de Calixto III volvió a la península Ibérica y ostentó el cargo de obispo de Barcelona y, más tarde, el de arzobispo de Valencia. Su nombramiento como Papa en 1492 desencadenó una fuerte oposición en Roma, por considerar que su vida era licenciosa e inmoral (había tenido cinco hijos), y, además, por el hecho de ser extranjero. Esta hostilidad explicaría la leyenda negra que se creó alrededor de su figura, y que llegó a deformarla hasta hacer parecer a Alejandro VI y a su familia como unos seres monstruosos y abyectos. En el terreno político, consiguió mantener la independencia del Papado frente a Francia y España, en lucha por el control de Italia. Al mismo tiempo, se encargó de arbitrar el reparto de América entre Castilla y Portugal, y fue un mecenas de las ciencias y las artes
(Siena, 1599-Roma, 1667) Papa (1655-1667). Fue elegido papa a pesar de la oposición de Luis XIV de Francia y el cardenal Mazarino. Promulgó la bula Ad sacram (1656) contra el jansenismo y permitió algunos de los denominados ritos chinos. Bajo su pontificado, Bernini realizó la columnata de la plaza de San Pedro